¿Te imaginas que cuando vas al médico y tienes la mala pata de tener una enfermedad crónica o degenerativa o unas secuelas invalidantes que además de darte el tratamiento sanitario que necesitas, te derivaran allí mismo y como parte del tratamiento a una profesional para que te ayudara con las consecuencias que está noticia tiene? Que te recogiera ante el impacto de la noticia, que te acompañara en el proceso de asimilación de esta nueva etapa de la vida, permitiéndote un espacio donde puedes desahogarte, mostrar tu enfado con el mundo o sencillamente llorar para finalmente aceptar la situación y te ayudara a proyectar tu futuro desde este nuevo lugar, con todas sus posibilidades.
Que te permitiera disponer de un espacio de reflexión sobre cómo vas a posicionarte, ante tu familia, qué les vas a decir, cómo y cuando; y también en otros ámbitos de tu vida, con tus amistades y compañeros en actividades deportivas, culturales o de ocio. Porque todo se va a ver afectado.
Que te informara de las limitaciones que esta nueva situación implica y resolviera tus dudas sobre cómo afrontarlas:
- tanto a nivel formativo por si necesitas y tienes derecho a más tiempo para realizar los exámenes o bajar la nota de acceso a la universidad si estás estudiando;
- como a nivel laboral, si trabajas, para saber si puedes seguir trabajando en tu empresa o tienes que buscarte otro trabajo o incluso si ya no puedes trabajar y que valore por tu recorrido laboral si vas a poder optar a una pensión de invalidez.
- o por las dificultades de movilidad, si vas a necesitar una silla de ruedas u otras ayudas técnicas y tienes que adaptar tu casa, lo que se denomina la eliminación de barreras arquitectónicas.
- o por la necesidad de cuidados ante la pérdida de autonomía y que va a requerir iniciar la gestión de solicitud de valoración como persona dependiente.
Una profesional que esté junto a tí para destacar tus puntos fuertes e intentar que crezcas ante la adversidad promoviendo una experiencia resiliente.
Pues tenemos suerte porque esa profesional ya existe y es la trabajadora social sanitaria. Esto implica una atención integral a la salud y debemos exigirla. Es la asistencia que quiero para mí, para ti y para todos.
Y por eso, cuando me entero que desaparecen plazas de trabajo social sanitario me duele tanto, porque creo que sencillamente no saben que nuestra trabajo tiene mucho que ver con la calidad de la asistencia sanitaria, que generamos esos espacios tan importantes de reflexión y aceptación de la enfermedad.
Y por eso no entiendo que no haya una trabajadora social sanitaria en cada centro de salud, un equipo de trabajo social en cada hospital y sobretodo no entiendo que no los haya en todas y cada una de las unidades de salud mental y las unidades de conductas adictivas, donde precisamente los pacientes tienen que lidiar con el estigma de la enfermedad y el rechazo de la sociedad y donde no solo resulta importante ese acompañamiento, ese reforzar los puntos fuertes y promover la resilencia, sino que resulta imprescindible.
Pide una trabajador social sanitaria en tu centro y verás que ganamos todos.
Creo que es una reivindicación imprescindible pero, no sólo en la Sanidad Pública, también en la privada.
Reivindicación necesaria Raquel a la que das voz.